miércoles, 19 de junio de 2019

todo para su bebe

El síndrome de la muerte súbita en lactantes


Reducir el riesgo


La falta de respuestas a las dudas que se plantean es una de las razones por las que el síndrome de la muerte súbita en lactantes (Sudden Infant Death Syndrom, SIDS) provoca tanto temor. El síndrome de la muerte súbita en lactantes (SMSL) es la causa principal de muerte en los bebés de entre un mes y un año, y cada año se cobra las vidas de aproximadamente 2.500 niños(as) en Estados Unidos. A pesar de los años invertidos en la investigación de esta enfermedad, sigue siendo imprevisible.
Sin embargo, es posible reducir notablemente el riesgo de SMSL. Para empezar, si su hijo(a) es menor de un año, lo más importante es lo que acueste a sobre la espalda, nunca boca abajo.
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Tal y como su nombre indica, el SMSL se trata de la muerte súbita que ocurre de manera inexplicable en infantes menores de un año de edad. Es una enfermedad que da miedo porque puede presentarse sin previo aviso, generalmente en bebés aparentemente sanos. La mayoría de los casos de SMSL se producen mientras los niños duermen (por ello, se conoce también como "muerte en la cuna"). Los niños que mueren a causa de SMSL no demuestran signos de haber sufrido.
Mientras que la mayoría de las enfermedades generalmente se diagnostican por la presencia de síntomas específicos, la mayoría de los diagnósticos de SMSL ocurren después de que otras posibles causas de muerte se hayan descartado al revisar la historia médica del infante, durmiendo ambiente, y la autopsia. Esta revisión puede ayudar a distinguir un verdadero caso de muerte por SIDS de otras muertes que pueden deberse a accidentes, malos tratos y otras afecciones no diagnosticadas, como trastornos cardiacos o del metabolismo.
Para determinar cuáles son los bebés que presentan mayor riesgo, se debe tener en cuenta que no existe un factor de riesgo significativo que por sí solo sea suficiente para causar SMSL. Por el contrario, existen ciertos factores de riesgo que cuando se dan a la vez pueden contribuir a que un infante en situación de riesgo muera por SMSL.
La mayoría de las muertes por SMSL ocurren entre los 2 y los 4 meses de edad, y esta frecuencia aumenta cuando las temperaturas son más frías. En los lactantes afroamericanos, la probabilidad de morir por SMSL es del doble en comparación con los bebés blancos, y en los nativos norteamericanos, del triple. Los niños tienen mayor probabilidad de morir por SIDS que las niñas.
Otros riesgos potenciales incluyen:
  • fumar, beber o consumir drogas durante el embarazo
  • atención médica prenatal deficiente
  • bebés prematuros o con bajo peso al nacer
  • madres menores de 20 años
  • bebés expuestos al humo del tabaco después de su nacimiento
  • exceso de calor por demasiada vestimenta o ropa de cama a la hora de dormir
  • dormir boca abajo
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Dormir sobre la barriga

Entre los factores de riesgo anteriormente mencionados, dormir sobre la barriga es el primero. Numerosos estudios demuestran una mayor incidencia de SMSL entre los lactantes que duermen boca abajo en comparación con los que duermen boca arriba. Algunas investigaciones han formulado la hipótesis de que dormir boca abajo crea presión sobre la mandíbula del bebé, lo que hace que se estrechen las vías respiratorias y se haga más difícil respirar.
Según otra teoría, dormir boca abajo puede incrementar el riesgo de que el infante "vuelva a respirar" el aire de su propia exhalación, particularmente si duerme sobre un colchón blando o con ropa de cama, muñecos de peluche o una almohada cerca de su cara. Cuando esto ocurre, la superficie blanda crea una especie de cavidad alrededor de la boca del bebé donde queda retenido el aire exhalado. A medida que el bebé respira su propio aire exhalado, el nivel de oxígeno en su cuerpo disminuye y el dióxido de carbono se acumula. Finalmente, la falta de oxigeno contribuye a la muerte por SMSL.
Además, los lactantes que mueren por SMSL pueden tener una anomalía en el núcleo arcuato (hipotálamo mediobasal), una parte del cerebro que ayuda a controlar la respiración y el despertar durante el sueño. Si un bebé respira aire que no es fresco y no obtiene suficiente oxígeno, el cerebro generalmente desencadena la necesidad de despertarse y llorar del bebé. Este movimiento cambia los patrones de respiración y los latidos del corazón, para compensar la falta de oxígeno. Pero si el bebé tiene un problema en el núcleo arcuato, esta reacción involuntaria puede no producirse y, por tanto, el riesgo de morir a causa de SMSL será mayor.
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Volver a "quedarse dormido"

La notable cantidad de pruebas que indican que dormir boca abajo puede contribuir al SMSL ha motivado a la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) a recomendar en 1992 que todos los lactantes sanos menores de un año de edad duerman sobre la espalda (lo que también se conoce como posición supina).
Desde que se dio a conocer esta recomendación de la AAP, la tasa de muerte por SMSL ha descendido más de un 50 por ciento. De todas maneras, el SMSL aún continúa siendo la causa principal de muerte en los lactantes de menor edad. Por ello, es importante recordar a los padres constantemente la necesidad de que sus bebés duerman boca arriba.
A muchos padres les preocupa que al acostar a sus bebés sobre la espalda estos puedan ahogarse con su propia saliva o vomito. Sin embargo, la AAP informa que no hay un incremento en el riesgo de ahogo en niños sanos que duermen sobre la espalda. Para los infantes que padecen de la enfermedad del reflujo gastroesofágico (su sigla en inglés es GERD) o ciertos tipos de malformaciones de las vías respiratorias superiores, dormir boca abajo puede ser una opción mejor. La AAP recomienda a los padres a que consulten al pediatra de sus hijos en estos casos particulares para determinar la mejor posición en la que el bebé debe dormir.
Según indica la AAP, acostar a los bebés de costado tampoco es una buena idea, pues existe el riesgo de que los niños se giren y acaben durmiendo boca abajo.
Algunos padres también temen que se produzca plagiocefalia postural o deformativa (positional plagiocephaly, en inglés), que consiste en una deformación por la cual, en algunos bebés, como consecuencia de permanecer mucho tiempo recostados sobre su espalda, puede aplanarse la parte posterior de sus cabezas. Desde la difusión de la campaña "Dormir boca arriba" (Back to Sleep), este problema se ha vuelto bastante común, pero generalmente se trata fácilmente cambiando con frecuencia la posición del bebé y permitiéndole estar más tiempo "sobre su barriga" mientras esté despierto.
Por supuesto, una vez que los bebés ya pueden voltearse por si solos mientras duermen, generalmente entre los 4 y 7 meses, es posible que prefieran no estar boca arriba toda la noche. A partir de este momento, se puede dejar que los bebés elijan la posición para dormir que prefieran.

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Consejos para reducir el riesgo de SIDS

Además de acostar a los lactantes sobre la espalda, la AAP propone las siguientes medidas para ayudar a reducir el riesgo de SMSL:
  • Acueste a su bebé sobre un colchón firme, nunca sobre una almohada, cama de agua, piel de oveja, sofá, sillón o cualquier otra superficie suave. Para evitar que vuelva a respirar el aire exhalado, no coloque cerca de su bebé mantas, edredones, muñecos de peluche o almohadas.
  • Asegúrese que su bebé no tenga demasiado calor mientras duerme. Mantenga la habitación a una temperatura agradable para un adulto vestido con una camisa de manga corta. Algunas investigaciones parecen indicar que si un bebé siente demasiado calor puede caer en un sueño profundo que hará mucho más difícil que se despierte.
  • No fume, beba ni consuma drogas mientras esté embarazada y no exponga a su bebé al humo que otros fumadores. Los lactantes de las madres que fumaron durante el embarazo tienen tres veces más probabilidad de morir a causa de SMSL que los bebés de las madres que no fumaron; la exposición al humo de terceras personas duplica el riesgo de SMSL en los bebés. Los investigadores especulan que fumar puede afectar al sistema nervioso, no sólo en el período prenatal sino también después del nacimiento, lo que se traduce en un riesgo mayor para los bebés.
  • Reciba atención médica prenatal desde las primeras etapas y de manera frecuente.
  • Asegúrese de que su bebé pase las revisiones médicas adecuadas con regularidad.
  • De ser posible, alimente a su bebé con leche materna. Existen pruebas de que dar el pecho a los lactantes puede ayudar a disminuir la incidencia de SMSL. La razón de esto aún no está clara, aunque los investigadores piensan que la leche materna protege a los bebés de las infecciones, que aumentan el riesgo de SMSL.
  • Si su bebé sufre reflujo gastroesofágico, asegurase de seguir las instrucciones del pediatra de su bebé respecto a las posiciones en las que debe alimentarlo y acostarlo.
  • Acueste a su bebé con un chupete durante el primer año de vida. Si su bebé lo rechaza, no lo fuerce. Los chupetes se han asociado a un menor riesgo de SMSL. Si usted alimenta a su bebé con leche materna, trate de esperar un mes antes de darle el chupete, para que el bebé se acostumbre a la lactancia.
  • Aunque los padres pueden llevarse a la cama a sus bebés para alimentarlos o darles consuelo, en cuanto se queden dormidos, deben volver a acostarlos en su cuna o moisés. Es una buena idea mantener la cuna o el moisés en la habitación donde duermen los padres. Esta costumbre se ha asociado a una disminución en la incidencia de SMSL.
Para los padres y familias que han pasado por la experiencia de perder a su bebé a causa del SMSL, existen varios grupos de apoyo, como la Alianza para la Muerte Súbita en los Lactantes (Sudden Infant Death Syndrome Alliance), que pueden proporciona asesoramiento psicológico y apoyo frente al dolor, así conexiones con otros recursos.
Incrementar el conocimiento público sobre el SMSL y las precauciones que deben tenerse en cuenta para prevenirlo debería ayudar a que en el futuro no haya tantos padres que se sientan desorientados ante esta enfermedad.

viernes, 14 de junio de 2019

todo para su bebe

Desarrollo del bebé mes a mes

Conoce las etapas de desarrollo y crecimiento de tu bebé

Los primeros años de un bebé son fundamentales para su desarrollo físico, emocional y psicológico. Durante estos primeros doce meses, los cambios que experimentará tu bebé son espectaculares, ya que duplicará su peso y su talla y crecerá más rápido que en toda su vida.
Aunque todavía es muy pequeño, en estos primeros meses de vida comienza a forjarse su personalidad, empieza a desarrollarse su inteligencia y aparecen las primeras bases de su comportamiento. A modo de pequeños detalles podrás vislumbrar cómo será tu pequeño cuando cuando sea mayor.

El crecimiento por etapas del bebé

El desarrollo del bebé
Los bebés crecen por etapas. Cada una de ellas lleva su tiempo y tiene su proceso. Estas etapas, unas veces son más rápidas y otras más lentas, pero todas son igual de importantes y bonitas. Por este motivo, los padres deben saber disfrutarlas cada una en su momento. Ten en cuenta que cada niño marca la pauta de su desarrollo evolutivo y, por eso, el proceso de aprendizaje de cada pequeño será distinto. Evita hacer comparaciones por un lado y por otro, forzar o presionar al bebé o al niño para que consiga sus objetivos. Al contrario, trata de ser paciente y comprensivo con ellos. Cada bebé tiene su propio ritmo.

Todas las etapas del bebé, mes a mes

Por esa razón, se ofrece una serie de artículos y reportajes sobre la evolución del bebé: su crecimiento físico y su evolución cognitiva paso a paso. Con nosotros descubrirás lo que tu bebé puede hacer en cada momento según su edad, sus habilidades y cuáles son los logros que puede alcanzar cada mes y año que cumpla. Es necesario dejar claro de que los datos aquí publicados no son, de ninguna forma, más importantes que la palabra del pediatra. Cada bebé o niño es un mundo distinto, y sus habilidades y capacidades dependerán de la educación y de los estímulos que reciban. Y recordamos: las informaciones que ofrecemos son de carácter meramente orientativo para los padres.




Durante el primer vida del bebé, su principal necesidad consiste en establecer un ritmo respiratorio regular y constante y dominar funciones como el llanto, el estornudo, la tos, el bostezo y todo aquello que le pueda suponer un esfuerzo al pequeño.
Los cinco sentidos del bebé en su primer mes de vida se encuentran preparados para recibir estímulos y procesar informaciones básicas, que más tarde se irán desarrollando.


La cabeza del bebé es grande y pesa mucho. Poco a poco, va fortaleciendo el cuello y es capaz de levantarlo cuando está boca a bajo. Además, consigue mover sus pies y manos.
El bebé de un mes ejercita sus reflejos. Consigue agarrar los dedos de sus padres e incluso tirar de ellos.

Bebé de tres meses. Desarrollo del bebé mes a mes

Desarrollo físico y mental de un bebé de tres meses

¡Tu bebé está precioso! Empieza a sumar pliegues por todas partes. Los brazos y las piernas parecen más rollizos. El oído del bebé madura. Asimismo, empieza a reaccionar a los ruidos abriendo mucho los ojos o frunciendo la frente e incluso parando de mamar.
La visión también avanza en esta etapa. El bebé de 3 meses ya ve el mundo en colores. Además manifestará afinidades con la persona que le coge en brazos, algo que le encanta.

Cómo es el bebé de 3 meses

Crecimiento de un bebé de tres meses de vida
Al pequeño le encanta estar boca abajo levantando la cabeza y el tronco, y apoyándose en los antebrazos. Sus movimientos de brazos y piernas empiezan a ser intencionados, aunque es muy chiquitito y todavía no sincroniza bien.
Sin embargo, ya empieza a señalar con su dedito objetos, aunque no consiga cogerlos todavía. Le encanta la música y escuchar sonidos. Por eso, no dudes en comprarle sonajeros y juguetes que tengan luces y sonidos, ¡le encantará!
En cuanto a sus sentidos, ha desarrollado más la vista y ya persigue los objetos con la mirada. Consigue enfocar la visión casi tan bien como un adulto, aunque no será hasta los seis meses cuando alcance una agudeza visual más definida. Asimismo, reconoce la voz de sus familiares y nos deleita con esa sonrisa que hace que se nos caiga la baba.


Bebé de cinco meses. Desarrollo del bebé mes a mes

Cómo crece un bebé de 5 meses, física y mentalmente

El bebé de cinco meses está cada día más espabilado. Ya posee la habilidad para transferir los objetos de una mano a otra y es capaz de sujetar el biberón él solito. Ahora querrá llevarse todo a la boca para probarlo.
Empieza a lamer, a arañar y chupar todo lo que esté a su alcance. Respecto a su alimentación, ya se empiezan a introducir sus primeras papillas. Una aportación enérgica buena debido a su alto contenido en hidratos de carbono, además del aporte de proteínas, minerales y vitaminas.

El desarrollo del bebé de cinco meses

bebé bostezando
En cuanto a su movilidad, el bebé ha experimentado una gran movilidad, ya que es lo bastante fuerte para levantar la mitad superior de su cuerpecito apoyando los brazos. Durmiendo también se mueve y puede que dé la vuelta si lo dejas solo en la cuna.
Demostrará su deseo de coger a alguna cosa con más empeño, y se enfadará y gruñirá si no consigue sus propósitos. Le gusta llamar tu atención, porque sabe que acudirás en su busca.
Le encanta que le cojan en brazos y le mimen. Para mejorar sus estímulos responde a su llamada cada vez que te llame y habla mientras vas hacia él para que se vaya percatando de tu cercanía.


Bebé de siete meses. Desarrollo del bebé mes a mes

Crecimiento y desarrollo físico y mental de un bebé de siete meses

A los 7 meses de vida, el bebé estrena un período importante para su desarrollo verbal. Puede entender el significado de algunas palabras como el "no" o de algunos gestos como reírse y aplaudirle cuando él hace algo bueno y correcto.
Si vive en un ambiente en que haya mucha comunicación entre los padres y con él, el aprendizaje del bebé será un éxito. En caso contrario, su potencial verbal se verá desperdiciado. Los bebés pasan a imitar la forma de hablar de sus papas. Y en algún momento dirá "mamá" o "papá".

El peso y las medidas del bebé

Bebé de 7 meses
A esta edad el peso medio de un bebé son 8.000 g y unos 66 cm de longitud. A partir de este mes es normal que empiecen a salir los dientes de leche al pequeño. Esto le causará molestias por lo que llorará, no comerá bien y puede incluso que le suba la fiebre. Entre los 6 y los 12 meses salen los dientes incisivos inferiores.


Bebé de nueve meses. Desarrollo del bebé mes a mes

Desarrollo físico y mental de un bebé de 9 meses

Con nueve meses se percibe un gran avance en el desarrollo de la parte motriz del bebé. El pequeño ya nos demuestra todas sus habilidades y quiere investigar todo lo que le rodea. Todo le llama la atención, por eso los padres tienen que tener mucho cuidado y estar muy pendientes del niño, ya que querrá coger todo lo que vea de por medio. ¡Nos vuelven locos! Por ello, sería bueno que empecemos a tomar precauciones en todos los rincones de la casa, ¡toda seguridad es poca para el cuidado de nuestros hijos!.

El peso de un bebé de nueve meses

Bebé de nueve meses de vida
En su noveno mes de vida, el peso medio de un bebé son 9.000 g y unos 70 cm de longitud. En esta etapa los bebés suelen estar más regordetes, presentando pliegues por las piernas y brazos. Están para achucharles... parecen muñecos.


Bebé de un año. Desarrollo del bebé mes a mes

Desarrollo físico y mental de los bebés cuando cumplen un año

Durante el primer año del bebé el despertar de sus capacidades son notorias. A esta edad, el bebé estará caminando (o casi), pero por lo menos se intentará poner de pie. Al principio, él camina de brazos abiertos para equilibrarse mejor. No le será nada fácil y en muchos casos se balanceará de un lado al otro.
Por esa misma razón, los padres deben tener mucho cuidado en esta fase para que no haya ninguna caída importante que le pueda afectar seriamente, ya que esto podría hacer que el bebé se vuelva miedoso para andar.

Cuánto mide y pesa un bebé de 1 año

Desarrollo y crecimiento de un bebé de un año de edad
Una vez que el bebé aprende a caminar, no para. Ya no querrá que le cojan en brazos como cuando era más bebé, sino que prefiere moverse a sus anchas.
Parece llevar siempre las 'pilas' puestas, y tendrá a sus padres correteando todo el día tras él. Lo bueno de todo esto para los padres es que después de un día movido, él pequeño se dormirá mejor por las noches.

Capacidades del niño de 12 meses

En su primer añito, los niños están para comérselos. Son una monada y a los padres nos deleitan con sus primeras carantoñas, que se basan en tirar besitos con las manos. En cuanto a la sociabilidad del bebé, se percibe un aumento. El niño ya no quiere estar solo bajo ningún concepto, necesita verse rodeado de gente. Y si lo está, romperá a llorar.
Pero no sólo necesita compañía afectiva, sino también para el ocio. Él no quiere estar ni jugar solo. Aún depende mucho de sus papás para sentirse seguro, y lo seguirá haciendo también aunque sea mayor. Asimismo, cada día comprende mejor lo que le dicen, aunque su capacidad de hablar sea limitada y balbuceé palabras ininteligibles para los padres. No obstante, se nota una evolución y ya puede perfectamente decir su edad enseñando el uno con el dedo indicador.
Ahora el pequeño comienza también a mostrar su carácter. No sabe hablar bien, pero sí sabe reaccionar cuando no quiere algo o sencillamente le molesta. Alguna que otra rabieta puede surgir en esa etapa, debido a que el bebé probará algo de independencia al transitar de un lado a otro. Eso le dará más confianza y por lo tanto reaccionará con enfado delante de sus propias limitaciones impuestas por sus padres.

La alimentación del bebé de un año

A partir de los doce meses, ya se puede introducir en los purés del bebé, la clara de huevo, de esta manera, ya toma el huevo entero. Es recomendable que la ingesta no supere los 3 huevos seanales.
Si aun se mantiene la lactancia materna con 4 tomas diarias, el bebé tiene garantizado el aporte necesario de leche, en caso contrario ha de tomar alrededor de 500 ml diarios.

Guía visual con fotos de un bebé prendiéndose al pecho



Bebé prendido al pecho
La lactancia consiste en algo más que en acoplar a tu bebé al seno y dejar que la Naturaleza haga el resto. Para muchas mamás primerizas, es un misterio. ¿Cómo hacerlo sin dolor? ¿Cuál es la forma correcta de acoplar al bebé para asegurarnos de hacerlo bien? Para aprender la técnica correcta, sigue estos seis sencillos pasos.



Puedes empezar colocando el pezón entre la nariz y el labio superior de tu bebé (un poco más arriba de como aparece en esta foto). Luego trata de hacerle cosquillitas con tu seno en el labio superior para estimularlo a que abra bien la boca. Otra opción es acariciarle su mejilla con tu pezón. Esto provocará que se voltee hacia tu pecho con su boquita bien abierta.


Cuando tu bebé se voltee en busca del pecho, con su boca bien abierta, acércalo y préndelo al pecho (en lugar de acercar tu pecho hacia su boca).





Asegúrate de que el bebé agarre con su boquita una gran porción del seno. La mejor manera de lograr esto es a través del "agarre asimétrico". Es decir, el bebé toma el pecho de modo asimétrico, tomando más porción de la parte de abajo de la areola que de los lados o de la parte de arriba.


La boca del bebé debe de estar completamente abierta contra el seno. La mejor posición de agarre es cuando no tienes dolor y sientes que tu bebé está tomando leche (puedes escuchar los sonidos que indican que tu bebé está tragando leche). Si sientes dolor, interrumpe la succión del bebé deslizando uno de tus dedos entre sus encías y el pezón, y vuelve a colocarlo asegurándote de que tenga la boca bien abierta.





Sujeta a tu bebé muy cerquita de ti mientras lo amamantas. Quizá también sea buena idea que sostengas tus pechos, particularmente si son muy grandes.


Tanto tú como tú bebé necesitarán algún tiempo para sentirse cómodos con la lactancia. No te desanimes. Una vez que se acostumbren y lo hagan adecuadamente, la lactancia puede ser una experiencia maravillosa para ti y para tu bebé.